El aprendizaje basado en el juego es un tipo de aprendizaje que resulta motivador para el alumno y facilita que participe en experiencias de aprendizaje activo.

Consiste en utilizar juegos como herramientas de apoyo al aprendizaje, asimilación o evaluación de conocimientos.

En definitiva es aprender jugando.

No hace falta hacer un proyecto que englobe a todo el centro, a todo un curso... aunque siempre es aconsejable el trabajar de forma globalizada y competencial. Estas metodologías se pueden utilizar perfectamente en algún desarrollo de unidad didáctica e incluso en una sesión puntual para mejorar algo en concreto.

Lo primero que hay que tener claro es para qué usar el juego, cuáles son mis objetivos. Los juegos son un potente motor de desarrollo del aprendizaje, tienen siempre un objetivo por el cual es ideal: el juego dinamiza y nos desafía a mejorar. Cualquier juego se puede adaptar a un objetivo concreto dentro del aula. En algunos se manifiestan de manera más evidente que en otros por eso es muy importante saber elegir bien cuál de ellos utilizar o diseñar.

Si nos centramos en el juego de mesa...no hace falta tomar sus instrucciones al pie de la letra. Lo mejor de los juegos es que puedes adaptar, recrear o inventar nuevas reglas y usos para llegar a tus objetivos. Cambies o no el juego siempre será algo atractivo para tu alumnado.

A lo mejor llegados a este punto te preguntarás: Y ¿qué diferencia hay entre gamificación y aprendizaje basado en el juego? 

La diferencia es que en la gamificación se utilizan elementos del juego para motivar al alumnado en una situación que no tiene porqué ser lúdica. Por ejemplo, podemos utilizar el ClassDojo para gamificar una clase ordinaria, de manera que el alumnado puede conseguir puntos y progresos al ir finalizando las tareas, por buen comportamiento, por atender a la explicación, etc. Pero durante la clase no está jugando. 

En cambio, en el Aprendizaje basado en el juego sí se usa un juego para trabajar algún contenido. Por ejemplo, en las tutorias Actívate he recurrido al juego de mesa DIXIT para trabajar las habilidades emocionales con el alumnado cambiando ligeramente las reglas del juego. Así, durante la sesión sí se estaba jugando a un juego a la vez que se trabajaban contenidos.